La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer y entender nuestras propias emociones y sentimientos, y a
la vez los de los demás, sabiéndolos gestionar.
Es la herramienta más eficaz para desarrollar y mejorar nuestra capacidad de
liderarnos a nosotras mismas, y es posible desde el autoconocimiento y la
autoconsciencia de nuestras emociones, percibir de qué manera influye el estado
emocional de las personas en sus emociones, actitudes, conducta y la capacidad
relacional.
Las mujeres que saben liderar desde la I.E. saben entender lo que le motiva
a sus colaboradores desde la empatía, pues el cerebro femenino desarrolla mucha
actividad en las neuronas espejo, las responsables de sentir las mismas
emociones como la otra persona y generar este sentimiento emocional. Esto les permite prever
reacciones y consecuencias emocionales, fomentar actitudes, valores y
comportamientos orientados a mejores resultados, y lo más importante, comunicarse
de forma que sean capaces de influir positivamente en ellos.
El núcleo principal es la empatía, y esta capacidad de influencia se consigue
a través de:
EMPATIA COGNITIVA
“Sé como ves las
cosas, puedo adoptar tu perspectiva” y consigue explicar las cosas de una
manera que los trabajadores entienden, lo cual hace aumentar su motivación.
EMPATIA
EMOCIONAL
“Te siento” Es la
base de la compenetración y de la química. Es la capacidad de detectar en el
momento las necesidades de los demás.
PREOCUPACIÓN
EMPATICA
“Percibo que necesitas
ayuda y estoy dispuesto a dártela “
La empatía genera compasión, pues la comprensión de las necesidades de los
colaboradores, la preocupación empática y la acción compasiva de prestar ayuda,
hace que el liderazgo femenino destaque de
forma marcada en la gestión de personas.
Las mujeres que ejercen el liderazgo desde la I.E. usan de forma
inteligente los sentimientos y la energía que generan las emociones, evaluando
a su vez el impacto que éstas puedan tener, y utilizan esta información, para medir
los pros y los contras, de sus acciones, y no actuar por impulso antes de la
toma de decisiones.
Las mujeres que ejercen el liderazgo a través de la influencia, compromiso, inspiran,
contagian la confianza y el estado emocional óptimo para que a través de las
emociones despierten el sentido de valía
personal, fomentando, la afirmación, el esfuerzo y el rendimiento de las
personas.